La Visitación de la Bienaventurada Virgen María es un evento que se relata en el Evangelio de Lucas (Lucas 1:39-56). Después de que el ángel Gabriel anunciara a María que sería la madre del Salvador, María partió apresuradamente hacia la región montañosa de Judea para visitar a su parienta, Isabel, quien también estaba esperando un hijo, Juan el Bautista.
Cuando María llegó a la casa de Isabel y la saludó, el bebé Juan saltó de alegría en el vientre de su madre, y fue en ese momento que Isabel, llena del Espíritu Santo, proclamó las palabras que se conocen como el "Magnificat" o el "Cántico de María". Es una alabanza a Dios en la que María exalta su misericordia y grandeza.
El encuentro entre María y Isabel es significativo porque muestra el apoyo y la alegría mutua de dos mujeres que han sido elegidas por Dios para desempeñar un papel especial en su plan de salvación. También se destaca la humildad y la disposición de María para servir y ayudar a su parienta durante su embarazo.
La Visitación es un momento de gran importancia en la tradición católica y se celebra el 31 de mayo como una fiesta en honor a este evento. Además, es un recordatorio de la importancia de la comunidad, la solidaridad y el servicio mutuo entre los creyentes.
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